Las aplicaciones sanitarias para móviles representan una revolución en la gestión de enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares. Con estas herramientas, los pacientes pueden controlar sus síntomas, hacer un seguimiento de su dieta y medicación, y compartir estos datos en tiempo real con sus profesionales sanitarios. Esta tecnología no sólo da a los pacientes mayor autonomía en la gestión de su salud, sino que también permite a los médicos controlar la progresión de la enfermedad con mayor eficacia y ajustar los tratamientos de forma proactiva. Sin embargo, el despliegue a gran escala de estas aplicaciones plantea retos, sobre todo en cuanto a la seguridad de los datos, la accesibilidad para las poblaciones desfavorecidas y la fiabilidad de la información facilitada.
Bibliografía :
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