Un grupo de investigadores de la Universidad de Sevilla ha realizado un estudio sobre la aplicación de la inteligencia artificial en el campo del embarazo durante los últimos doce años. Los resultados muestran que la inteligencia artificial ha sido efectiva en la detección temprana de trastornos como los defectos de nacimiento congénitos del corazón, la macrosomía, la diabetes gestacional y el parto pretérmino. Además, se ha observado una correlación entre la contaminación ambiental y el parto pretérmino en embarazadas.
La investigación destaca la creciente importancia de la inteligencia artificial en la obstetricia y ginecología, ya que puede mejorar la atención médica, especialmente en áreas desfavorecidas. Sin embargo, señala que los estudios que consideran las emociones como parámetros de predicción en el embarazo son escasos (1.28% de los estudios analizados) y pocos se centran en la salud mental de la embarazada (5.1% de los estudios analizados), a pesar de la correlación entre la salud psicológica de la mujer y los riesgos en el embarazo.
El estudio sugiere que los sistemas basados en computación afectiva podrían interactuar emocionalmente con las embarazadas, detectar cambios emocionales y ofrecer recomendaciones basadas en el aprendizaje de médicos, lo que podría reducir la ansiedad y preocupación de las pacientes.
Grup 3