El robot del proyecto ROSI busca convertirse en una herramienta que facilite el socialización de las personas aisladas en residencias y en hospitales infectadas por la COVID-19. Este robot se pone en marcha de forma autónoma, se dirige al mostrador para realizar una desinfección y se desplaza a la habitación correspondiente a realizar la videollamada.
De esta manera se elimina todo tipo de riesgo de contagiar a otras personas de la COVID-19 mientras los contagiados socializan con sus familiares o amigos. Tampoco es necesario tener ningún conocimiento de las nuevas tecnologías.
Los estudios piloto han resultado ser un éxito, y estos robots sociales diseñados para realizar videollamadas, se desplegarán en el futuro en residencias y hospitales.
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